A PALO SECO

En Rías Atlánticas nos gusta comenzar las semanas mirando hacia atrás. Esto es, comentando el orígen de alguna de esas expresiones con orígen marinero de las que todos hacemos uso hoy en día, sin saber bien su orígen. Podía darnos por empezar las semanas hablando de cualquier otra cosa pero, la verdad, nos gusta hacerlo así. Hoy os proponemos hablar de una expresión archiconocida como: A Palo Seco.


Y es que seguro que todos, en una u otra ocación, hemos hecho uso de esta expresión para referirnos a tomar algo sin acompañamiento: una bebida alcohólica de alta graduación sin mezcla ni hielo, una caña sin su tapa, un alimento sin salsa o guarnición...Es una expresión muy común y que, como tantas otras, tiene su orígen en el mar y, más concretamente, en la época de la navegación a vela. 
En contra de lo que pudisese parecer, este modismo comenzó a utilizarse en los ámbitos marineros, pero no para referirse a la ingesta de algo por parte de la tripulación, que es lo que parecería más lógico, sino para señalar el hecho de navegar con las velas recogidas en un día de fuerte viento… Es decir, con el mástil (palo) descubierto (seco). Con las velas recogidas.
En el Diccionario de Autoridades (1726-39) ya aparece el término ‘a palo seco’ para referirse al modo de navegar con las velas recogidas. Pero si viajamos hacia atrás, podemos encontrarnos con ‘diarios de a bordo’ de insignes marinos, como es el caso de Cristóbal Colón, en los que se detallaba una navegación con el ‘árbol seco’ debido a la gran tempestad del viento.
Navegar pues "a palo seco" era hacerlo con las velas recogidas y era algo que se hacía cuando las condiciones climatológicas eran muy adversas. Si lo pensamos con detenimiento, tiene mucho que ver con el actual sentido de la expresión ya que tomar algo "a palo seco" suele ser sinónimo de no hacerlo en las condiciones ideales, sino más bien todo lo contrario.
Fuente: 20 minutos