Expresiones marineras: abarrotar

En Rías Atlánticas nos gusta empezar la semana compartiendo con vosotros alguna de esas expresiones que, aunque usemos tierra adentro, tienen su origen en el mar y en la vida marinera. ¿Quién no ha dicho alguna vez algo así como "la plaza estaba abarrotada de gente"? Pues, sin saberlo, estaba utilizando una expresión que tiene su origen en las gentes del mar. Ahora os  lo explicamos con un poco más de detalle porque es muy interesante.
Y es que la vida marinera nos ha dejado a lo largo de la historia multitud de términos que seguimos usando hoy día sin haber siquiera pisado nunca la cubierta de un barco. De esta manera es fácil reconocer el uso común que se hace del refrán cuando el cielo está rojo, marinero abre el ojo, aunque este ejemplo es claramente de origen marinero y los lectores sabrán perfectamente que se usa en situaciones en las que se espera una gran tormenta en un futuro muy cercano.

Sin embargo es menos probable que sepamos el origen del verbo abarrotar como sinónimo de una aglomeración, ya que su etimología implica un mínimo conocimiento de los navíos en la era de los descubrimientos. Resulta que en esa época y, como es lógico, en las bodegas de los navíos se aprovechaba hasta el último hueco posible para introducir mercancía. De hecho, en los huecos que quedaban libres entre los numerosos toneles que portaba un buque se metían unos fardos, llamados abarrotes, de productos más maleables, para así poder aprovechar al máximo el espacio.  Y como no podía ser de otra forma, de esa aglomeración en las bodegas y de esos "abarrotes", surgió la expresión tal y como la conocemos hoy en día.

Por cierto, al hablar de las bodegas de los barcos nos hemos acordado de otra palabra que tiene su origen en el mar. Se trata de la palabra que sirve para indicar, actualmente, que algo pesa 1.000 kilos, es decir, la tonelada. Y es que toneladas también procede del ámbito del mar, pues el peso de las naves se medía en los toneles que eran capaces de llevar.